San Anselmo de Canterbury

San Anselmo de Canterbury, conocido como uno de los más grandes teólogos y filósofos de su tiempo, nació en 1033 en Aosta, Italia. Provenía de una familia noble y recibió educación en un monasterio benedictino, donde desarrolló su vocación religiosa. A los 27 años, ingresó al monasterio de Bec en Normandía, donde se convirtió en discípulo del abad Lanfranco.

Contribuciones Teológicas y Filosóficas

Anselmo es reconocido como el padre de la escolástica, y sus obras más influyentes incluyen:

Monologion: Esta obra es una meditación teológico-filosófica que presenta pruebas metafísicas de la existencia y naturaleza de Dios, siguiendo la tradición agustiniana. En ella, Anselmo argumenta sobre las razones de la fe y busca demostrar la existencia de un ser supremo a partir de las cualidades del bien.

Proslogion: Considerada una de sus obras más influyentes, en el Proslogion Anselmo expone su famoso argumento ontológico, que busca demostrar la existencia de Dios a priori, es decir, sin necesidad de observar el mundo físico. Este argumento se basa en la concepción de Dios como el ser del cual nada mayor puede ser concebido.

Cur Deus Homo: En este tratado, Anselmo explora las razones por las cuales Dios se hizo hombre, abordando temas relacionados con la redención y la naturaleza de Cristo.

De veritate: Trata sobre la verdad desde una perspectiva filosófica y teológica, analizando cómo se relaciona con la fe y el conocimiento.
Además, escribió sobre temas como la verdad, la libertad y el origen del mal, contribuyendo significativamente a la integración de la filosofía con la teología.

Arzobispo de Canterbury

En 1093, Anselmo fue nombrado arzobispo de Canterbury. Su mandato estuvo marcado por tensiones con el rey Guillermo II y su sucesor Enrique I, quienes intentaron limitar la independencia de la Iglesia. Anselmo defendió fervientemente los derechos eclesiásticos, lo que resultó en su destierro en dos ocasiones. A pesar de estos desafíos, logró mantener su influencia y regresó a Canterbury en 1106.

Últimos Años y Legado

San Anselmo falleció el 2 de abril de 1109. Fue canonizado en 1163 y declarado Doctor de la Iglesia en 1720. Su fiesta se celebra el 21 de abril. Su legado perdura no solo en la teología cristiana sino también en la filosofía occidental, influyendo en pensadores posteriores como Descartes y Leibniz. Su vida fue un testimonio del compromiso con la fe y la búsqueda del entendimiento racional, dejando una huella indeleble en la historia del pensamiento cristiano.

Oración a La Virgen María

¡Oh bendita entre todas las mujeres, que vences en pureza a los ángeles, que superas a los santos en piedad!
Mi espíritu moribundo aspira a una mirada de tu gran benignidad, pero se avergüenza al espectro de tan hermoso brillo.
¡Oh Señora mía!, yo quisiera suplicarte que, por una mirada de tu misericordia, curases las llagas y úlceras de mis pecados; pero estoy confuso ante ti a causa de su infección y suciedad.
Tengo vergüenza, ¡oh Señora mía!, de mostrarme a ti en mis impurezas tan horribles, por temor de que tú a tú vez tengas horror de mí a causa de ellas, y sin embargo, yo no puedo, desgraciado de mí, ser visto sin ellas entonces; ahora y siempre,

¡Oh dulce Corazón de María, sed la salvación mía!

Estas gracias espero alcanzar de Vos, Oh Corazón amantísimo de mi Madre a fin de que pueda veros y gozar de Dios en Vuestra compañía por toda la eternidad en el cielo. Amén.

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